La instalación se mantendrá llena de agua, incluso en los periodos de no funcionamiento, para evitar oxidaciones por la entrada de aire.
Se consultarán las instrucciones de uso entregadas en la compra de los aparatos.
PRESCRIPCIONES
Salvo los mandos del frontal, cualquier otra manipulación deberá realizarla un profesional cualificado.
Ante cualquier modificación en la instalación o en sus condiciones de uso (ampliación de la instalación o cambio de destino del edificio) un técnico competente especialista en la materia deberá realizar un estudio previo.
Los radiadores de chapa de acero, de hierro fundido, de aluminio y de paneles de chapa de acero deberán purgarse ante una caída anómala de la temperatura.
Los radiadores de aluminio deberán purgarse cada semana en las dos primeras temporadas de calefacción, para evitar la acumulación de gases generados por el radiador.
Los purgadores de los radiadores deberán montarse con sus piezas especiales.
Después de cualquier reparación en la instalación, deberán purgarse los radiadores.
Siempre que se revisen las instalaciones, un profesional cualificado deberá reparar los defectos encontrados y adoptar las medidas oportunas.
PROHIBICIONES
Los radiadores y paneles no se taparán ni cubrirán parcialmente.
No se cargará sobre ellos ningún tipo de peso.
MANTENIMIENTO
POR EL USUARIO
Cada año:
Purgado de los radiadores de hierro fundido, chapa de acero y aluminio, al principio de la temporada de calefacción.
Inspección visual de fugas y comprobación del cerrado total de los purgadores de los radiadores.
Ajuste de la potencia de emisión por medio de la llave de regulación en radiadores de hierro fundido, chapa de acero y aluminio.
Cada 5 años:
Pintado de los radiadores de hierro fundido y chapa de acero, siempre cuando estén fríos.
POR EL PROFESIONAL CUALIFICADO
Cada 2 años:
Revisión completa de la instalación y del circuito de radiadores.